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2 de noviembre de 2013

Los besos

No te olvides, temprana, de los besos un día.
De los besos alados que a tu boca llegaron.
Un instante pusieron su plumaje encendido
sobre el puro dibujo que se rinde entreabierto.

Te rozaron los dientes. Tu sentiste su bulto.
En tu boca latiendo su celeste plumaje.
Ah, redondo tu labio palpitaba de dicha.
¿Quien no besa esos pajaros cuando llegan, escapan?

Entreabierta tu boca vi tus dientes blanquisimos.
Ah, los picos delgados entre labios se hunden.
Ah, picarón celestes, mientras dulce sentiste
que tu cuerpo ligero, muy ligero, se erguía.

¡Cuan graciosa, cuan fina, cuan esbelta reinabas!
Luz o pájaros llegan, besos puros, plumajes.
Y os oscurecen tu rostro con sus alas calientes,
que te rozan, revuelan, mientras ciega tú brillas.

No lo olvides. Felices, mira, van, ahora escapan.
Mira: vuelan, ascienden, el azul los adopta.
Suben alto, dorados. Van calientes, ardiendo.
Gimen, cantan, esplenden. En el cielo deliran.

Vicente Aleixandre

Neruda (Cuerpo de mujer)

Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar al hijo del fondo de la tierra.

Fui sólo como un túnel. De mí huían los pájaros,
y en mí la noche entraba en su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.

Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
¡Ah los vasos del pecho! ¡Ah los ojos de ausencia!
¡Ah las rosas del pubis! ¡ Ah tu voz lenta y triste!

Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso
oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue y el dolor infinito.

Jorge Debravo (Pequeño elogio de tu olor)

De tierra fresca eres: en la noche
me hueles a terreno trabajado.
Tu olor de tierra en celo se me acerca
y me navega el cuerpo como un barco.
Olor a entraña viva, a tierra joven
cruzada de raíces como brazos.

Conozco bien tu olor. Lo reconozco
como casa que yo siempre habitara.
Palpo tu olor lo mismo que una fruta
y sé de que regiones se te escapa.
Huelen a tierra húmeda tus ojos.
Huelen a tierra fresca tus espaldas.
Huelen a tierra negra tus cabellos.
A tierra sembradía huele tu alma.
A tierra fertilísima tu vientre.
Tu boca a tierra de caverna cálida.
A tierra florecida tus dos pechos.
Huele tu pubis como tierra arada.

Por tu olor voy a ti y eres entonces
mi tierra más cercana y más querida.
Te siembro la semilla de mi beso,
la semilla infantil de mi alegría
y juntos somos una yunta alegre:
La tierra fresca tú. La tierra viva;
Yo el sembrador que siembra entusiasmado
y acaba él mismo haciéndose semilla.

17 de julio de 2013

Julio Flores (tanto me odias)

Tanto me odias, me aborreces tanto,
que pienso que algún día
irás al camposanto
a hollar la hierba de la tumba mía.

Ojalá, nada importa que furiosa
pises allí sobre mi cuerpo helado:
con tu pie, diminuto y delicado,
perfumarías la hierba de mi fosa.

¿Sabes lo que me aterra
de la muerte y me espanta?
No estar a flor de tierra,
entonces, ¡ay!, para besar tu planta.

7 de julio de 2013

Gonzalez Ángel (Esperanza)

Esperanza,
araña negra del atardecer.
Tú paras
no lejos de mi cuerpo
abandonado, andas
en torno a mí,
tejiendo, rápida,
inconsistentes hilos invisibles,
te acercas, obstinada,
y me acaricias casi con tu sombra
pesada
y leve a un tiempo.
Agazapada
bajo las piedras y las horas,
esperaste, paciente, la llegada
de esta tarde
en la que nada
es ya posible...
Mi corazón:
tu nido.
Muerde en él, esperanza.

27 de junio de 2013

Ramón de Almagro (Olvido)

Tú puedes olvidar y los recuerdos
se pegan a mi piel como un castigo.

Tú puedes olvidar, yo sólo vivo
añorando el querer que se ha perdido.

Tú puedes olvidar y a cada noche
mil vueltas yo le doy buscando olvido.

Tú puedes olvidar, cómo quisiera
olvidar como tú, sin un suspiro.

15 de junio de 2013

Pablo Neruda (Ausencia)

Apenas te he dejado,
vas en mí, cristalina
o temblorosa,
o inquieta, herida por mí mismo
o colmada de amor, como cuando tus ojos
se cierran sobre el don de la vida
que sin cesar te entrego.

Amor mío,
nos hemos encontrado
sedientos y nos hemos
bebido toda el agua y la sangre,
nos encontramos con hambre
y nos mordimos
como el fuego muerde,
dejándonos heridas.

Pero espérame,
guárdame tu dulzura.
Yo te daré también
una rosa.

28 de mayo de 2013

Vicente Huidobro (Días y noches te he buscado)

Días y noches te he buscado
sin encontrar el sitio en donde cantas.
Te he buscado por el tiempo arriba y por el río abajo.
Te has perdido entre las lágrimas.

Noches y noches te he buscado
sin encontrar el sitio en donde lloras
porque yo sé que estás llorando.
Me basta con mirarme en un espejo
para saber que estás llorando y me has llorado.

Sólo tú salvas el llanto
y de mendigo oscuro
lo haces rey coronado por tu mano.

18 de mayo de 2013

Miguel Hernandez (Tus ojos)

Tus ojos se me van
de mis ojos y vuelven
después de recorrer
un páramo de ausentes.

Tu boca se me marcha
de mi boca y regresa
con varios besos muertos
que aún baten, que aún quisieran.

Tus brazos se desploman
en mis brazos y ascienden
retrocediendo ante esa
desolación que sientes.

Otero de tu cuerpo,
aún mi calor lo vence.

15 de mayo de 2013

Federico García Lorca (Canción otoñal)

CANCION OTOÑAL

Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas,
pero mi senda se pierde
en el alma de la niebla.
La luz me troncha las alas
y el dolor de mi tristeza
va mojando los recuerdos
en la fuente de la idea.

Todas las rosas son blancas,
tan blancas como mi pena,
y no son las rosas blancas,
que ha nevado sobre ellas.
Antes tuvieron el iris.
También sobre el alma nieva.
La nieve del alma tiene
copos de besos y escenas
que se hundieron en la sombra
o en la luz del que las piensa.

La nieve cae de las rosas,
pero la del alma queda,
y la garra de los años
hace un sudario con ellas.

¿Se deshelará la nieve
cuando la muerte nos lleva?
¿O después habrá otra nieve
y otras rosas más perfectas?
¿Será la paz con nosotros
como Cristo nos enseña?
¿O nunca será posible
la solución del problema?

¿Y si el amor nos engaña?
¿Quién la vida nos alienta
si el crepúsculo nos hunde
en la verdadera ciencia
del Bien que quizá no exista,
y del Mal que late cerca?

¿Si la esperanza se apaga
y la Babel se comienza,
qué antorcha iluminará
los caminos en la Tierra?

¿Si el azul es un ensueño,
qué será de la inocencia?
¿Qué será del corazón
si el Amor no tiene flechas?

¿Y si la muerte es la muerte,
qué será de los poetas
y de las cosas dormidas
que ya nadie las recuerda?
¡Oh sol de las esperanzas!
¡Agua clara! ¡Luna nueva!
¡Corazones de los niños!
¡Almas rudas de las piedras!
Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas
y todas las rosas son
tan blancas como mi pena.

2 de mayo de 2013

Manuel Acuña (Si supieras niña ingrata)

Si supieras, niña ingrata,
lo que mi pecho te adora;
Si supieras que me mata
la pasión que por ti abrigo;
Tal vez, niña encantadora,
no fueras tan cruel conmigo.

Si supieras que del alma
con tu desdén ha volado
fugaz y triste la calma,
y que te amo más mil veces,
que las violetas al prado
y que a los mares los peces;

Tal vez entonces, hermosa,
oyeras el triste acento
de mi querella amorosa;
Y atendiendo a mi reclamo,
mitigaras mi tormento
con un beso y un "yo te amo".

Si supieras, dulce dueño,
que tú eres del alma mía
el solo y único sueño;
Y que al mirar tus enojos,
la ruda melancolía
baña en lágrimas mis ojos;

Tal vez entonces me amaras,
y con tus labios de niño
mis labios secos besaras;
Y cariñosa y sonriente
a mi constante cariño
no fueras indiferente.

Ámame, pues, niña pura
ya que has oído el acento
del que idolatrarte jura;
Y atendiendo a mi reclamo,
ven y calma mi tormento
con un beso y un "yo te amo".

1 de mayo de 2013

Marcelo Ferrer (Ella)

Siempre me sorprende cuando la veo
entre la gente y de la nada se aparece.
Y del modo sublime en que la luz pinta colores
en lo tenue de un amanecer en calma;
O la agonía de una tarde imprime
en el celeste cielo diminutos agujeros.
Ella, con sólo una pizca de ella,
da presencia a mis vacíos de ausencia
y enciende luceros que guían mi alma
hasta su alma bella.

Habrá miles que se le asemejan
me digo sorprendido cuando la miro ahí,
entre toda esa gente que me resulta indiferente.
Pero si ella un día por razones que Dios no quiera
no apareciera,
los amaneceres perderían sus colores
si ya no pudiera amanecer con ella,
y las tardes
las tardes dejarían que las noches
se sorprendieran sin estrellas.

28 de abril de 2013

Marilina Rebora (Alejamiento)

Resultará forzoso el cruel alejamiento
y habrá que decidirse, como lo inevitable,
lo mismo que aceptamos la violencia del viento,
el rugido del mar o el tiempo inexorable.

Habrá que tener ánimo en el fatal momento
para abdicar de todo lo que nos fue agradable,
y saber resignarnos en el recogimiento
con el gesto tranquilo ante lo inapelable.

Los ojos en el cielo, frente al azul del día,
serán dulce consuelo las venturas de otrora
-el hogar de la infancia, juventud, poesía-,
y al alumbrar la luna, al filo de la sombra,
tendré la paz ansiada, y llegará la hora
en que cerca de Dios, tan sólo a Dios se nombra.

17 de abril de 2013

Soñé contigo esta noche (Paul Verlaine)

Soñé contigo esta noche:
Te desfallecías de mil maneras
y murmurabas tantas cosas...

Y yo, así como se saborea una fruta
te besaba con toda la boca
un poco por todas partes, monte, valle, llanura.

Era de una elasticidad,
de un resorte verdaderamente admirable:
Dios, ¡qué aliento y qué cintura!

Y tú, querida, por tu parte,
qué cintura, qué aliento y
qué elasticidad de gacela...

Al despertar fue, en tus brazos,
pero más aguda y más perfecta,
¡Exactamente la misma fiesta!

30 de marzo de 2013

Delmar Meira (Este amor)

Como ir casi juntos
pero no juntos,
como caminar paso a paso
y entre los dos un muro
de cristal, como el viento
del sur que si se nombra
¡Viento del sur!, parece
que se va con su nombre,
este amor.

Como el río que une
con sus manos de agua
las orillas que aparta,
como el tiempo también,
como la vida,
que nos huyen viviéndonos,
dejándonos cada vez menos nuestros
y más suyos,este amor.

Como decir mañana
y estar pensando nunca,
como saber que vamos
hacia ninguna parte
y sin embargo nada
podría detenernos,
como la mansedumbre
del mar, que es el anverso
de ocultas tempestades,
este amor.

Este desesperado amor.

24 de marzo de 2013

Marcelo Ferrer (Ella)

Siempre me sorprende cuando la veo
entre la gente y de la nada se aparece.
Y del modo sublime en que la luz pinta colores
en lo tenue de un amanecer en calma;
O la agonía de una tarde imprime
en el celeste cielo diminutos agujeros.
Ella, con sólo una pizca de ella,
da presencia a mis vacíos de ausencia
y enciende luceros que guían mi alma
hasta su alma bella.

Habrá miles que se le asemejan
me digo sorprendido cuando la miro ahí,
entre toda esa gente que me resulta indiferente.
Pero si ella un día por razones que Dios no quiera
no apareciera,
los amaneceres perderían sus colores
si ya no pudiera amanecer con ella,
y las tardes
las tardes dejarían que las noches
se sorprendieran sin estrellas.

18 de marzo de 2013

Gonzalez Angel (Mientras tu existas)

Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientras nada
me llene el corazón,
si no es tu imagen, y haya
una remota posibilidad de que estés viva
en algún sitio, iluminada
por una luz cualquiera.

Mientras
yo presienta que eres y te llamas
así, con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora, amada
mía,
transido de distancia,
bajo ese amor que crece y no se muere,
bajo ese amor que sigue y nunca acaba.

10 de marzo de 2013

Jorge Cuesta (Amor en sombra)

Abro de amor a ti mi sangre rota,
para invadirte sin saberte amada. 
El íntimo sollozo es negra espada 
que en la dureza de su luz se embota
al borde de mi sombra tu alma brota,
así mi linde está más amparada. 
Y aunque la fuga es más precipitada 
tu ausencia es cada vez menos remota.
Tu luz es lo que más me apesadumbra 
y si enciendes mis ojos con tu vida 
el corazón me dobla la penumbra.
Mi soledad tu nombre dilapida
a la sombra del aire que te encumbra 
y apaga el lujo de tu voz vencida.

9 de marzo de 2013

Sabri Heumann (Pasión desnuda)

Desnudame lentamente de mi atuendo
y arrópame con tu piel,
arráncame suspiros con tus besos
y sedúceme con tus manos.
Ámame con tus cinco sentidos
y hazme estremecer de placer,
dime que me quieres desnuda en tu lecho
para saciarte de mí.
Así,entre placeres de locuras
dime que me amas con el alma
Y hazme el amor con dulzura
hasta que despunte la alborada.
A tu lado estoy vida mía.
¿Acaso no me sientes así?
Soy tu amante,soy tu niña
¿Soy la mujer que te hace feliz?
Bésame el corazón y hazme completamente tuya,
adentrate más en mi alma quiero "morir" en ti.
En cada beso que siento
mi cuerpo estremece de amor
¿Cómo no decirte, vida mía,
en está entrega tan exquisita?
¡Si moría en deseos por tenerte
y comerte el corazón a besos!
Bésame con tu pasión desnuda,
quiero sentirte mío,
en tus brazos soy feliz.
Te amo como la noche a las estrellas,
como la luna al firmamento
y como el sol ama a la tierra.
Esta noche no hablemos de mis dudas,
solo ámame como si fuera
nuestra última noche de amor.
Bebe de mis ardientes capullos
y satisface tu sed con mis placeres,
embriagate con mi aliento,
hasta llegar al orgasmo "Muere" en mí,
como quiero "morir" en ti
¡¡¡Ah!!!¡Cómo me gusta sentirte así!
Tan hombre,tan mío,tan entregado a mi piel
me encanta despertar tu hombría,
y sentir tu aliento sobre el mío.
Te beso apasionada,te beso ardiente y sincera,
te beso con mi pasión desnuda,
que despiertas con tus caricias.
Sigueme amando así,y deposita en mis entrañas
lo que mana de tu cuerpo.
¡¡¡Ah!!! ¡Tus caricias me derriten!
Y me hacen tocar el cielo.
Me encanta sentirme tuya,completamente tuya,
deseo "morir" en ti
y sentir la "muerte" de tu cuerpo sobre el mío.

Salvador Novo (Pienso mi amor)

Pienso, mi amor, en ti todas las horas
del insomnio tenaz en que me abraso;
Quiero tus ojos, busco tu regazo
y escucho tus palabras seductoras.

Digo tu nombre en sílabas sonoras,
oigo el marcial acento de tu paso,
te abro mi pecho -y el falaz abrazo
humedece en mis ojos las auroras.

Está mi lecho lánguido y sombrío
porque me faltas tú, sol de mi antojo,
angel por cuyo beso desvarío.

Miro la vida con mortal enojo,
y todo esto me pasa, dueño mío,
porque hace una semana que no cojo.