A veces nuestros sueños caen al suelo como pedacitos de estrellas que poco a poco se apagan.
Nuestro corazón llora en silencio y cuando las lágrimas caen, hielan todo el cuerpo, y el corazón de tanto amar se convierte en hielo, para no sufrir más, para ya no llorar.
Pero si volteas al cielo, te darás cuenta que quedan millones de estrellas, y cada una es un sueño que cumplir, y la fuerza en tu interior derretirá el hielo en tu corazón.
Solo nunca dejes de creer, porque el amor y tus sueños son la única puerta hacia la eternidad.
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