2 de noviembre de 2013

Para ti

Es necesario comenzar el proceso de disolución de nuestro vínculo.

A continuación te remito un lista, dividida en dos partes.

Básicamente, un apartado con las cosas de nuestros cinco años de relación con las que me gustaría quedarme y otra con las que te puedes quedar tú.

Para cualquier duda o comentario, ya sabes que puedes llamarme al teléfono de la oficina (de siete a cuatro) o al móvil (hasta las once) y estaré encantado de repasar la lista contigo.

COSAS QUE DESEO CONSERVAR:

La sensación de carne de gallina en mis antebrazos cuando te vi por primera vez en la oficina.
El leve rastro de perfume que quedó flotando al llegar una mañana, a la Oficina y yo aún no me atrevía a dirigirte la palabra.
El movimiento de cabeza con el que aceptaste mi invitación a cenar.
La mancha de rímel que dejaste en mi camisa la noche que por fin dormimos juntos.
La promesa de que yo sería el único que besaría la constelación de pecas de tu pecho.
El mordisco que dejé en tu hombro y tuviste que disimular con maquillaje porque tu esposo podría advertirlo.
Las gotas de lluvia que se enredaron en tu pelo durante una noche en que anduvimos juntos, deseando no ser observados por nadie.
Todas las horas que pasamos mirándonos, besándonos, hablando y tocándonos. (También las horas que pasé simplemente soñando o pensando en ti).

COSAS QUE PUEDES CONSERVAR TÚ:

Los silencios.
Aquellos besos tibios y emponzoñados, cuyo ingrediente principal era la rutina.
El sabor acre de los insultos y reproches..
La sensación de angustia al estirar la mano por la noche para descubrir que tu lado de la cama estaba vacío.
Las nauseas que trepaban por mi garganta cada vez que notaba un olor extraño en tu ropa.
El cosquilleo de mi sangre pudriéndose cada vez que te encerrabas en el baño a hablar por teléfono con él..
Las lágrimas que me tragué cuando descubrí aquel arañazo ajeno en tu ingle y me confesaste que habías intentado engañarme, por no estar segura de mi amor!
El dolor que me provoco tu confesión de ser “Mala”
Tu insano afecto por el dinero.

Afectuosamente,

Yo

P:S:: El compromiso firmado en que nos jurábamos amarnos eternamente; puede ya ser destruido.
Tomado de Isabel Bruno

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