12 de abril de 2010

Ferrer, Marcelo D. (Ya no regreso)

Y ya no eran tus labios y ya no eran tus manos.
Impiadosa boca que a mi beso dijo no.
Tortura sorda que en mi pecho nació.

Sin querer hacerlo solté mi dolor
sepulcral hermetismo fue tu expresión.
Me acurruqué suplicante a la espera de encontrarte,
ya te habías ido aunque podía tocarte.

No hay palabras que causen más desolación
que aquellas que no pronuncia el corazón.

Entonces borré la imagen
de la vez que eras tú cuando me besaste
para abolir la pena de cuando me rechazaste.

Ya no regreso en busca de tu amor.
Sabrás algún día
que cuanto te daba desde mi corazón
eran pedazos de mi alma
empapados de pasión.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario