25 de junio de 2012

Ramón de Almagro ( No me digas que no)

    No me digas que no, te pones fea
    se te arruga la frente y en la boca,
    ese gesto de enojo que provoca
    amargura que duele y que golpea.

    No me digas que no, no es la manera
    que debieras usar al castigarme,
    porque cuida no vayas a matarme,
    hay castigos que un hombre no tolera.

    Y por eso y aunque sea por un rato
    en el bien de este amor es que lo digo.
    Deja ya tu rencor y tu mal trato.

    Hazme caso, mujer, y si te pido,
    si mi alma está sedienta de tu abrazo
    ¡Deja todo, por Dios, y ven conmigo!

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