Soneto LXVI
No te quiero sino porque te quiero,
y de quererte a no quererte llego,
y de esperarte cuando no te espero,
pasa mi corazón del frío al fuego.
Te quiero porque sólo a ti te quiero,
te odio sin fin y odiándote te ruego,
y la medida de mi amor viajero,
es no verte y amarte como un ciego.
Tal vez consumirá la luz de enero,
su rayo cruel mi corazón entero,
robándome la llave del sosiego.
En esta historia sólo yo me muero,
y moriré de amor porque te quiero,
porque te quiero amor a sangre y fuego.
No te quiero sino porque te quiero,
y de quererte a no quererte llego,
y de esperarte cuando no te espero,
pasa mi corazón del frío al fuego.
Te quiero porque sólo a ti te quiero,
te odio sin fin y odiándote te ruego,
y la medida de mi amor viajero,
es no verte y amarte como un ciego.
Tal vez consumirá la luz de enero,
su rayo cruel mi corazón entero,
robándome la llave del sosiego.
En esta historia sólo yo me muero,
y moriré de amor porque te quiero,
porque te quiero amor a sangre y fuego.
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