Tu nombre es mi mejor acompañante,
tu voz es quien calienta mis caminos,
tu recuerdo me arropa el desamparo,
lo que hemos vivido es mi alimento
y pasaporte para cuando sea,
yo, tanteando una pared de sombras,
un transeúnte más del otro mundo.
Todo lo perderé: bienes, poemas,
sueños de cuando esta ufano y vivo,
incluso un sitio en la común memoria
de los que aquí se queden todavía.
Mas tu nombre ha de ser mi lazarillo
por las oscuridades de lo ignoto;
como Beatriz al Dante, ha de mostrarme,
por fin, el paraíso.
tu voz es quien calienta mis caminos,
tu recuerdo me arropa el desamparo,
lo que hemos vivido es mi alimento
y pasaporte para cuando sea,
yo, tanteando una pared de sombras,
un transeúnte más del otro mundo.
Todo lo perderé: bienes, poemas,
sueños de cuando esta ufano y vivo,
incluso un sitio en la común memoria
de los que aquí se queden todavía.
Mas tu nombre ha de ser mi lazarillo
por las oscuridades de lo ignoto;
como Beatriz al Dante, ha de mostrarme,
por fin, el paraíso.
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